La reingeniería de procesos es un enfoque fundamental en la ingeniería industrial que busca transformar radicalmente la forma en que una organización realiza sus operaciones. Esta disciplina va más allá de simples ajustes o mejoras incrementales; se trata de un rediseño completo y profundo de los procesos existentes para alcanzar niveles óptimos de eficiencia, calidad y productividad.
Extracción de toda la información pertinente de conocimiento básico, intermedio y avanzado de la Empresa consultada, conocimiento de la estructura organizacional, captación de insigths para definición de KPI’s de valor, identificación de procesos para liberación tiempos improductivos, evaluación de perfiles de planilla gerencial, por mencionar algunos de los elementos del Brief Avanzado.
Gracias a los datos obtenidos en la Inspección principal es posible mapear la organización con metas a corto, mediano y largo plazo, en esta fase sucede la redefinición de objetivos, reestructuración de tareas, sustitución de tareas repetidas, redefiniciones de roles por mencionar algunos de los elementos técnicos básicos que componen una planeación estratégica de EBI.
Una vez implementado el nuevo proceso, es crucial monitorear su desempeño. Se deben establecer indicadores clave de rendimiento (KPIs) y sistemas de retroalimentación para identificar oportunidades de mejora continua.
Los Expertos recomiendan un ciclo de 10 a 12 años para la Reingeniería de Procesos, aunque es una visión que pretende ser estándar, no deja nunca de ser relativo; las Empresas en sí mismas son una entidad, y por tal razón, susceptibles de deterioro como cualquier entidad.
En EBI creemos que las inspecciones deben ser coherentes con el compromiso de mejora, nuestra sugerencia va por aplicar estas auditorías cada tres meses, para de esta forma garantizar una optimización plena y sostenible.
A nivel corporativo, la reingeniería de procesos no es solo una opción estratégica, sino una necesidad imperante para las grandes marcas que enfrentan competencia global, demandas cambiantes de los consumidores y avances tecnológicos rápidos. Esta disciplina implica un rediseño total y radical de las operaciones, estructuras y sistemas dentro de una organización, con el objetivo de lograr mejoras significativas en eficiencia, calidad y competitividad.